El relato corto es un género que siempre me ha gustado. En muchas ocasiones se me han pasado por la cabeza muchas historias que contar pero nunca llegué a plasmarlas en papel. Esta mañana me he levantado con ganas de escribir así que me he puesto a ello y el resultado es lo que vais a poder leer ahora. Es la primera vez que publico un relato así que espero que seais benévolos.
LLEGO TARDE
Llego tarde, muy tarde. Sara me va a matar. Ayer celebramos nuestro aniversario, diez años. Es una mujer maravillosa y yo soy muy afortunado de poder estar junto a ella. Recuerdo la primera vez que la ví en aquel centro comercial sentada en una cafetería con unas amigas, alegre, divertida, morena de pelo largo, unos ojos verdes que hacían que pudieras perder horas mirándolos fijamente y una sonrisa capaz de animar el día a cualquiera por muy duro que este hubiera sido. Y diez años después sigue igual. No hay día que pase que no me repita varias veces que tengo que cuidarla, que mimarla y que quererla porque sin duda alguna es lo mejor que me ha pasado nunca; aunque hoy se va a enfadar bastante porque llego tarde.
Llego tarde y mi hija Irene se estará preguntando dónde estoy. Sin duda es un reflejo de su madre, sus ojos, su pelo, su sonrisa. Desde que nació, hace ya cinco años, no pasa un día sin que le diga cuanto la quiero. Es mi bebé, mi pequeñaja, mi niña, mi vida. En este último mes, cuando regreso de trabajar, no hay día que no se esconda tras la puerta de la calle cuando oye el coche llegar y cuando asomo por la puerta me engancha la pierna por detrás y me dice –eres mi prisionero-. Luego me toca arrastrarla cinco minutos por toda la casa enganchada a mi pierna implorando que me suelte y que no me meta en la mazmorra del castillo. Sólo por eso merece la pena no retrasarme nunca pero hoy llego tarde.
Llego tarde y aún no he felicitado a mi madre por su cumpleaños. Desde que mi padre falleció hace dos años estoy muy pendiente de ella. Intento visitarla a diario y procurar que no le falte nada. Es una mujer con un carácter muy fuerte y suele sonreír poco pero derrocha bondad y dulzura. La muerte de mi padre nos unió más aún de lo que estábamos. Hoy comemos en su casa y Sara e Irene le están haciendo un pastel. Yo he parado a comprar dos velas, un seis y un ocho, y le haremos pedir un deseo antes de soplarlas, aunque supongo que dejará que su nieta la ayude en tal cometido. Y, precisamente hoy, llego tarde.
Llego tarde y Felipe debe estar disgustado. Le dije que pasaría a recogerlo para llevarlo al gimnasio ya que tiene su coche en el taller. El deporte lo es todo para él. Nunca fue un deportista destacado pero desde que murió nuestro padre empezó a practicar atletismo, luego ciclismo, fútbol, artes marciales....A sus veinticinco años tiene un cuerpo que ya lo quisiera yo para mí. Es alto, guapo, con los músculos bien marcados pero sin llegar a ser desproporcionados, es simpático y muy atento con los demás y sí, por supuesto, tiene a todas las solteras del barrio revoloteando a su alrededor. Su clase de taekwondo tiene que haber empezado y yo llego tarde.
Llego tarde y mis amigos tienen que estar acordándose de mí. Todos los jueves por la tarde nos vemos para jugar nuestro partido de tenis semanal. Lo cierto es que lo de darle a la raqueta durante un par de horas es solo la excusa para juntarnos los cuatro todas las semanas, descargar adrenalina, reírnos un rato y luego tomarnos unas cervezas. A Juan y a Luís los conozco desde que éramos niños. A lo largo de los años nos hemos esforzado por no perder nunca el contacto y me reconforta mucho poder pasar con ellos estos buenos momentos. A Pedro lo conocí en la universidad y desde entonces no nos hemos separado. Juntos terminamos la carrera y juntos montamos nuestra pequeña empresa de telecomunicaciones. Es mi socio, mi compañero, mi amigo y mi confidente. Normalmente soy el primero en llegar al club pero casualmente este jueves tengo la sensación de que voy a llegar tarde.
Por fin llego. Entro lo más rápido que puedo en casa. El salón está lleno de gente. Echo un vistazo rápido y veo que están todos. Sara, mi peque, mi madre, Felipe, Juan, Luís, Pedro, también están sus respectivas parejas...Bien, perfecto, así me puedo disculpar con todos a la vez. –Buenas tardes-, digo con voz suave y entrecortada. –Siento mucho el retraso- Nadie me contesta. Esta vez si la he hecho buena. He conseguido que todos se enfaden conmigo. – Venga, no es para tanto, ya he pedido perdón-. Del final de la habitación veo que una figura se dirige hacia mí pasando entre el resto de la gente. En ese momento me invade una sensación de paz y tranquilidad que nunca antes había experimentado. Cuando llega a mi lado me sonríe y entonces le digo susurrando –Lo siento papá, llego tarde-.
Este blog es mi forma de compartir con todos vosotros mi día a día. Gracias a él sabréis de mis inquietudes, de mis alegrías, de mis tristezas...Es un blog en el que iré escribiendo todo aquello que considere merecedor de ser compartido y esperaré ansioso a leer vuestros comentarios. Porque lo más importante de este blog sois vosotros, mis amigos, mi familia y, en definitiva,todos aquellos que os molestais en leer lo que expone este humilde aprendiz de escritor. Va por vosotros.
Me encanta esta nueva aventura de los retalos cortos. Cada día te superas y me sorprendes. Sigue así porque leerte es un placer.
ResponderEliminarNo se de donde sacas las ideas pero desde luego siempre consigues hacer que se me erice el bello de los brazos.
ResponderEliminarNo sé porque me imaginaba el final. Como tu bien dices las prisas y el extres que nos rodea no son buenos, hay que tomarse la vida día a día y todo tiene su tiempo.
Lo único que conseguimos con las prisas es que algún día por desgracia, alguien se nos quede esperando.
Muy bueno si señor. Me haces reflexionar sobre muchas de las cosas que nos rodean y que no merece la pena perder.
Yo también me imaginaba el final, pero los detalles, la imaginación y el relato son fantásticos.
ResponderEliminarMe encanta como, hasta con pocas palabras, despiertas los sentimientos de los lectores.
Enhorabuena.
Muy bueno!,si señor cada dia me sorprendes mas y te superas a ti mismo. No se porque me sonaban todos los personajes de la historia, es genial!
ResponderEliminarSe lee de un tirón, y conseguir eso no es nada fácil. Además, mantienes muy bien el ritmo y un toque de misterio.
ResponderEliminarA mí me gusta.
Franca y agradablemente impresionado, Me recuerda a Juan José Millás por la ausencia de artificios en el lenguaje, el estilo claro y directo y el correcto uso del suspense. Debes escribir cientos de ellos más, o al menos eso espero. Abrazos.
ResponderEliminarMuy bien hilado y engancha desde la primera línea. Tiene todo lo que debe tener un relato corto, que no es un estilo nada sencillo. Ha sido una delicia leerlo y no cabe más que pedirte que nos sigas deleitando con muchos más. Muchas gracias por compartirlo!!!!
ResponderEliminarBueno, no sé que decir ante tanto elogio. Todos vuestros comentarios y opiniones me han llegado directos hasta el corazón, incluso algunos me han impresionado por lo inesperado de quien lo publica y por sus palabras. Me consta que sois excesivamente benévolos conmigo pero de verdad que os lo agradezco enormemente. Como ya he dicho en otras ocasiones, escribo porque me gusta y , por encima de todo, para poder compartirlo con todos vosotros. No os podéis hacer una idea de lo que supone para mí escribir algo y comprobar que no sólo os molestais en leerlo sino que además lo comentais...y ya si encima os gusta lo que habeis leído pues el orgullo es doble.
ResponderEliminarDe verdad, gracias a todos y ya sabeis que mientras vosotros-as estéis ahí yo seguiré escribiendo.
Ah, e intentaré enredar un poco más las tramas para que no os imagineis el final ;)