Tiene que ser una sensación gratificante pensar que uno es bueno en algo, y no me refiero a creerte que eres bueno sino a serlo de verdad, a dominar una materia hasta un punto en que sepas que hay muy poca gente, o quizás nadie, que lo pueda hacer mejor que tú. Esa sensación es la que debía albergar Julián. Julián es un hombre de unos cuarenta y pico años que consigue realizar verdaderas obras de arte con algo tan simple como la arena de la playa. Desde hace ya muchos años llega a Guardamar a principios del mes de Junio. Supongo que para entonces ya tiene meditado y bocetado las esculturas que va a hacer. Muy pocas veces las cambia durante los meses de verano, es decir, realiza dos o tres y luego se dedica a conservarlas y recomponerlas día a día. Recuerdo el año pasado la impresionante figura de un toro muerto con las banderillas clavadas en el lomo y la espada en su nuca. Los rasgos del animal eran tan claros que su cara reflejaba el momento en que sintió la estocada mortal...y sólo era arena, y arte, mucho arte para poder hacer esa figura.
Se situa siempre en el paseo marítimo, allí hace su vida durante los meses estivales. Duerme, come y trabaja en el mismo lugar, en ese trozo de arena de la playa centro, bajo el paseo marítimo. Junto a las figuras pone una toalla donde siempre hay unas pocas monedas que la gente lanza desde arriba.
De eso vive Julián, de las monedas que los veraneantes le lanzan a la toalla como gratificación al trabajo realizado con la arena...sólo arena....sólo arte.
Por las mañanas, a primera hora, se le ve dormir junto a sus esculturas, mojadas por la humedad y el relente de la noche, bajo una vieja sombrilla. Al medio día se le ve trabajar en la recomposición y arreglos de sus obras. Al anochecer, cuando el paseo muestra más afluencia, se le ve sentado en una silla de playa, al lado de las esculturas, con la cabeza bien alta sabedor del gran trabajo realizado, y orgulloso del mismo ,y esbozando sonrisas a unos y a otros, sobre todo a los que desde arriba dejan caer sus monedas sobre la toalla extendida en la arena.
Este verano ha hecho sin duda la mejor obra que le he visto jamás. La llamó La Selva y representaba un león, un gorila y una mujer de la tribu de los Masai, con su niña a la espalda. Las tres figuras escoltadas por un cocodrilo y una tarántula.....eran perfectas, los rasgos del león, la cara de incertidumbre del niño sobre la espalda de su madre, la cara de bonachón del gorila. La tarántula parecía que iba a echar a correr en el momento que alguien se acercara demasiado. Era perfecta, y era arena...arte.
Julián no contó con las lluvias torrenciales de la segunda semana de Agosto, atípicas a esas alturas del mes. Tampoco imaginó que donde el se situó desembocaría un torrente de agua que fue en lo que se convirtió la calle, cuesta abajo, o arriba, depende de donde se mire, y que desembocaba en el paseo marítimo. Nunca pudo pensar que desde donde antes llovían monedas ahora caía una cascada de agua sobre sus obras.....Todo quedó destrozado. El trabajo de todo un verano deshecho por el agua y el granizo. Tan sólo quedaron montones de arena mojada, sin formas, sin rostros...sin arte. Fue un golpe demasiado duro para Julián quien no volvió a rehacer las obras. Ese mismo día cogió su vieja sombrilla, su silla de playa y desapareció con unas pocas monedas en el bolsillo.
Con suerte espero que allá donde se encuentre ya esté pensando en que maravillas hará el año que viene para deleitarnos la vista.
Por su puesto la historia es cierta, toda menos el nombre del artista. Recordé su cara y me salió el nombre de Julián. Pero ya sea ese, o Juan, Antonio, Rafa, o.....lo que no se puede dudar es que es una artista de verdad ,capaz de hacer, con sólo arena ,una impresionante obra de arte.
Nos vemos el año que viene ......Julián!!!!
Este blog es mi forma de compartir con todos vosotros mi día a día. Gracias a él sabréis de mis inquietudes, de mis alegrías, de mis tristezas...Es un blog en el que iré escribiendo todo aquello que considere merecedor de ser compartido y esperaré ansioso a leer vuestros comentarios. Porque lo más importante de este blog sois vosotros, mis amigos, mi familia y, en definitiva,todos aquellos que os molestais en leer lo que expone este humilde aprendiz de escritor. Va por vosotros.